Cronicas de la Battle Gamen en WoW

Aparezco en una gran sala en el interior de un castillo. Un anuncio dice "Dos minutos para empezar". Las pesadas rejas de Hierro estan cerradas, a mi alrededor otros comienzan a aparecer. Estan como yo: Inquietos, ansiosos, vivos.
Quien en defensa?, alguien pregunta, otros responden, no yo. He decidido ir al ataque, al catillo de "ellos", a robar su bandera.
Hablen, digan donde estan, coordinen sus ataque; lanza como ultimo consejo. El anuncio dice
" treinta segundos para empezar". Tengo la imagen de la ruta hasta su bandera, los lugares dificiles, donde es facil ser emboscado.
Un cuerno de batalla resuena, las puertas se abren, me precipito (como los otros) fuera del donjon...
He atravezado el campo sin ser visto! la mayoria , como debe de ser, se ha arrojado al combate en el centro del campo. Hasta a mi llega el sonido de la batalla, el choque de espadas, el fragor del combate, los anuncios se suceden, "Argon ha muerto", "Rodax ha muerto".
Estoy en la sala del enemigo, no hay nadie, la bandera esta al fondo: La tomo. Corro, salgo por la derecha, grito a mi equipo "salgo derecha, apoyo", un anuncio dice "Aetius ha robado la bandera de la horda".
Lo mas dificil no es tomar la bandera, lo mas dificil es llegar con ella a tu castillo. Salto la palizada y me dirijo hasta unas pequenas elevaciones que me ocultan con justeza. Voy a avanzar caundo algo me detiene, estoy congelado y alguien comienza a atacarme, veo como mi vida va decreciendo y ni siquiera puedo moverme. El hechizo termina, lanzo un ataque para aturdir al mas proximo, continuo la carrera. Una maldicion cae sobre mi, solo tengo la mitad de vida y otro maldito hechizo me ha dejado en lentitud, desesperante. Doy vuelta y hago frente a mi oponente, un ladron, lo ataco con furia, pero no tengo esperanza, el hechicero que se mantiene a distancia esta aniquilandome sin remedio, "donde esta el maldito apoyo??" grito con desesperacion. Bebo una posion de curacion, me da algo de tiempo. Acabo con el ladron , pero mi vida tiende de un hilo, y el maldito hechicero continua su ataque. Cargo contra el y logro aturdirlo un momento, doy vuelta para continuar y un enorme Taurien carga contra mi, es casi el doble que yo, con una gigantesca hacha de guerra, no hay salida. De pronto mi vida, de casi cero, aumenta hasta estar casi curado, alguien carga contra el Taurien, unas raices salen de la tierra y lo envuelven e inmovilizan.
Corro como un poseido, veo a todo el ejercito de la horda que desde el centro corre en mi direccion, sus nombres escrito en rojo sobre ellos, y como una tenue linea de esperanza, algunos de la Alianza en verde que llegan a mi encuentro.
Un cazador de la Horda lanza contra mia a su mascota, un javali, luego me acribilla a balazos. Golpeo a la fiera pero es mas resistente de lo que parece, me hace perder tiempo, demasiado. Sobre el cazador cae un paladin y un guerrero de la Alianza. Lo acaban en segundos, pero a logrado su objetivo, quitarnos tiempo. Ya otros de la Horda llegan, y son mas. Con furia trato de abrirme paso, un ladron me sigue con obstinacion, pero su vida esta casi al limite. Giro para hacerle frente, ni siquiera tengo que atacarle, un druida lo acaba sumariamente.
Corro, salto como poseido para evitar los hechizos, los golpes, los obstaculos. He atravezado la mitad del campo, ya puedo ver la rampa de entrada del nuestro, el tiempo pasa desesperadamente lento. De pronto estoy congelado en medio de un bloque de hielo...maldicion , como odio a los hechiceros. Un chaman enemigo en forma de leon espera frente a mi, el hechizo acaba, se precipita sobre mi, luego otro y luego otro...maldicion tan cerca y tan lejos. Hago un contrataque masivo, luego veo con estupor que mi adversario se convierte en oveja, sonrio con satisfaccion. No me dura mucho, alguien tiene la misma idea y me convierto a su vez en una oveja, todos los que me rodean son de la Horda.
Vuelvo a mi estado normal, con menos de un cuarto de vida, los golpes me llueven, saco mi as bajo la manga: Grito de manera sobrenatural, con furia, mis enemigos salen despavoridos, en panico. Alguien ha cargado sobre el hechicero enemigo. Corro sin mirar atraz, escucho el ruido del combate, llego a la rampa y alguien me dice "vamos, camino libre!!!", corro, como poseido.
Llego a la sala, nuestra bandera esta en nuestro campo, pongo la bandera de la horda. Un cuerno de guerra resuena, hemos capturado la bandera enemiga, estoy en extasis. Es solo el comienzo, lanzo una inspiracion y vuelvo a sumergirme en la batalla, en el fragor...

Cronicas de Aetius